Entre la primera y segunda quincena del mes de mayo de cada año se celebran en Armilla unas fiestas en conmemoración a uno de sus patronos. Son las populares Fiestas de San Isidro Labrador. En estos días, todos los armillenses parecen estar impacientes por la aproximación de la festividad. Van a ser unas jornadas de tranquilidad y jolgorio.
Pero es el día quince, al amanecer, cuando el pueblo se viste de gala. Es la hora de asistir a la procesión del Rosario de la Aurora, acto religioso que desde hace más de dos siglos llevan a cabo los labradores, pero que año tras año se ha ido haciendo más popular, y al que asisten gentes de todas las condiciones y profesiones.
La procesión del Rosario de la Aurora data de tiempos muy antiguos en la cultura católica. Era una procesión en honor a la Virgen y se celebraba todos los domingos a la hora del alba, en que salía de la iglesia recorriendo las calles, mientras cantaban los concurrentes el Santo Rosario. En la actualidad se ha dejado de celebrar con tal asiduidad, aunque existen algunas poblaciones, como es Armilla, que aún la recuerdan en fechas importantes.
Es peculiar poder observar a los armillenses, en las postrimerías de la noche recorrer calle por calle el pueblo, mientras unos van levantando a otros a los sones de unas campanillas para así llegar en una comitiva de algo mas de tres mil personas a la casa parroquial para despertar, a la salida del Sol, al cura; pues ha llegado el momento de recorrer en procesión los diferentes puntos del pueblo cantando alguna que otra coplilla de no se sabe qué siglo.
San Isidro Labrador es el patrón de los agricultores. Armilla fue hasta hace muy pocos años uno de los municipios mejor cultivados y ricos de la Vega. Hoy día debido a la proximidad con Granada y a su industrialización ha tomado otros derroteros, pero no por ello ha dejado a un lado su cultura, que es agrícola.
Fue en el Siglo XVIII cuando los armillenses instauran como patrón, en muestra de gratitud, a San Isidro.
San Isidro Labrador nació a finales del Siglo XI en Madrid, era hijo de una familia muy humilde de jornaleros. Contrajo matrimonio con María de Toribia, venerada hoy en España como Santa María de la Cabeza. Ambos llevaron una vida sencilla y de ayuda a los demás, sobre todo a los necesitados. De esa época se le atribuyen diferentes milagros. Entre ellos el de salvar a su hijo de las profundidades de un pozo al que había caído.
San Isidro fundó en la parroquia de San Andrés de Madrid la cofradía del Santísimo Sacramento. Sus restos descansan en la Catedral que lleva su nombre. En la actualidad se le venera en muchas ciudades y pueblos de España de los que es patrón.
San Miguel Arcángel
El conocer la historia de los pueblos hace que comprendamos a su vez sus crónicas, sus relatos, sus costumbres, sus gentes, su cultura y sus creencias. Por ello no debe extrañarnos que San Miguel Arcángel sea el patrón de Armilla.
Tras la ocupación del pueblo de Armilla por los cristianos después de la Reconquista, los armillenses al igual que otros muchos pueblos de España, decidieron venerar a un santo que tuviese el poder de simbolizar la lucha contra la herejía, y ¿quién mejor para ello que el Príncipe de los Ángeles?.
Los primeros conocimientos que tenemos de San Miguel se remontan a las Sagradas Escrituras y ya en ellas es el Príncipe protector de los hebreos. Después de la venida de Cristo a la Tierra, la Iglesia Católica lo considera también como su protector. Es por ello que en España tras la instauración de la Monarquía Católica en el Siglo XV muchos pueblos y ciudades lo tomaran como Ángel Bienhechor y Patrón.
La imagen de San Miguel está representada habitualmente en forma de ángel guerrero, vestido con todas las armas y en actitud de pisar al dragón infernal, mientras que con una lanza lo atraviesa.
En el caso de la talla del templo que lleva su nombre en Armilla, podemos verlo en tal circunstancia, sólo con la diferencia de que Satán se encuentra sometido y encadenado al Ángel.
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