La
verdad de esta película es que una joya (que yo nunca me pondría)
del maestro de la dirección Martin Scorsese. El lobo de Wall Street
es una continuación a la filmografía a que nos tiene acostumbrados
el director norteamericano, en la que suele abordar temas de la vida
italo-estadounidense vistos desde una perspectiva de violencia
continua. Personalmente admiro la facilidad y maestría que posee
Scorsese para abordar este tipo de guiones y llevarlos a la gran
pantalla de un modo entretenido, divertido e interesante; aunque no es el cine que yo prefiero.
El
lobo de Wall Street peca de una excesiva violencia en el conjunto
secuencial y enturbia con la dureza de sus imágenes a la proyección;
que no por ello deja de estar genialmente interpretada, dirigida y
ambientada.
La guinda a tan insólita barbarie de planos la ponen dos grandes actores, por un lado, en un papel secundario, Matthew Mc Conaughey interpretando a un experimentado agente de bolsa, con aires excéntricos, libidinosos e incluso decrépitos. Por otro, el genio de la interpretación masculina Leonardo Dicaprio que encarna a un agente de bolsa en una firma de Wall Steet, el cual lleva una vida totalmente desenfrenada entre el mucho dinero que gana, las drogas y el sexo. Dicaprio borda el audaz personaje dándole diferentes tintes interpretativos, muy difíciles de conseguir para hacerlos creíbles; pero Leonardo es unos de los genios de la pantalla y no hay interpretación que se le resista, pudiendo ofrecer registros de todos los tipos. Así lo reflejan sus actuaciones en films tan importantes como Gangs of New York, El aviador, Titanic, Diamante de sangre, Romeo + Julieta...
La guinda a tan insólita barbarie de planos la ponen dos grandes actores, por un lado, en un papel secundario, Matthew Mc Conaughey interpretando a un experimentado agente de bolsa, con aires excéntricos, libidinosos e incluso decrépitos. Por otro, el genio de la interpretación masculina Leonardo Dicaprio que encarna a un agente de bolsa en una firma de Wall Steet, el cual lleva una vida totalmente desenfrenada entre el mucho dinero que gana, las drogas y el sexo. Dicaprio borda el audaz personaje dándole diferentes tintes interpretativos, muy difíciles de conseguir para hacerlos creíbles; pero Leonardo es unos de los genios de la pantalla y no hay interpretación que se le resista, pudiendo ofrecer registros de todos los tipos. Así lo reflejan sus actuaciones en films tan importantes como Gangs of New York, El aviador, Titanic, Diamante de sangre, Romeo + Julieta...
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