sábado, 18 de enero de 2014

7.- NOVELA ONLINE

>>-Quisiera ir a Dover, me gustaría ver los acantilados mientras me abrazas. Bien sabes, la infancia tan feliz que tuve y el sentimiento tan profundo que me produce estar entre los míos. Sé que ha llegado la hora de despedirse y me agradaría hacerlo en la casita que heredé de mis padres, donde viví la mejor infancia que nadie pueda imaginar.
Marguerite era natural de la ciudad Dover, situada en las proximidades del Canal de la Mancha al este de la isla y famosa en toda Inglaterra por sus acantilados de tonalidades blancas, el viaje desde Londres duraba aproximadamente algo de más de una hora y media. Marguerite le pidió a Clint que lo realizaran por una carretera secundaria, la misma por la que cuando era niña solía viajar con toda la familia, entonces lo hacían una vez o dos al año para visitar a tía Helen, una vieja solterona hermana de su abuela paterna.
El viaje a Dover fue interminable, la hora y media se convirtió en casi tres horas, Marguerite se encontraba muy débil y Clint cada tiempo debía detener el viejo Mini y atenderla. No se explicaba como estuvo para ser convencido en realizar el viaje, pero si ya estaba todo perdido, por qué no satisfacerla. Además, ella no quería morir en Londres y ser enterrada en un cementerio anónimo junto a una persona desconocida. Siempre le había dicho que deseaba descansar en Dover, junto a sus padres, él se encargaría de que así fuese.

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