lunes, 27 de enero de 2014

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS (2008)


Cuando leí el libro de “El niño con el pijama de rayas” me pareció una historia muy simple narrada de un modo sencillo y sin ningún atractivo literario para personas adultas y formadas intelectualmente. Aunque se convirtió en un Best Seller, lo que indica mi falta de pericia en catalogar algunos libros. Ha pasado el tiempo y sigo pensando igual: “El niño con el pijama a rayas” no se merecía el éxito que tuvo, pero ésto quedó en la historia.

Ahora voy a analizar la película, que vi hace unos días por segunda vez. El film sigue la misma línea que el libro, aunque personalmente me agrada más que la novela. La encontré bien ambientada y dirigida de un modo correcto por su director Mark Herman, cineasta semidesconocido, autor de las películas “Tocando el viento” (1996), nominada a los BAFTA y premiada con el César a la mejor película extranjera; y “Little voice” (1998), también nominada para los premios del cine británico. 
La verdadera estrella del film es Asa Butterfield, que da vida a Bruno, un niño alemán de ocho años. En su personaje cae la totalidad de esta historia acaecida durante la Segunda Guerra Mundial, reflejada en un campo de concentración, donde el padre del joven es el comandante. Bruno que vive aislado en una mansión adyacente al campo, a pesar de la compañía familiar, se desespera por carecer de amigos con quiénes compartir juegos y vivencias propias de la edad. Pero afortunadamente conoce en una de sus múltiples exploraciones a Shmuel, niño que vive tras la alambrada de una supuesta “granja”, que es el campo de concentración. Ambos se hacen buenos amigos, llegando a compartir el pijama de rayas, que no era otro que el uniforme que tenían que vestir los judíos en el campo de concentración. Asa Butterfied con su admirable interpretación fue una pieza clave para el éxito del film. 


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