domingo, 16 de febrero de 2014

EL CABALLO DE TURÍN (2011)

Esta película de los directores húngaros Béla Tarr y László Krasznahorkai nos lleva, gracias al guión del propio Béla Tarr, a mostrarnos un reflejo de la humanidad en un futuro muy cercano, haciéndolo con los escasos actores que conforman el drama. Para comprender el fin de la proyección hay que estar muy atentos a la intervención de János Derzsi que, en una corta secuencia, explica la situación a que llegado la humanidad por la violencia del hombre y de su voluntad de dominar el mundo. Los directores lo muestran mediante una puesta en escena en la que impera una tierra baldía, un viento incesante y una vida monótona y miserable. El rodaje de la película fue realizada en blanco y negro con una sola cámara en movimiento y a hombro alzado en la mayoría de las ocasiones, ejecutándose con planos largos siguiendo la actividad de los protagonistas y de los espacios.
El drama está dividido en seis capítulos, correspondiendo cada uno de ellos a un día en la aciaga vida de los personajes, que actúan llevando a cabo reiteradamente una existencia repetitiva y abrumadora. La banda musical fue realizada por Mihály Vig, que siguiendo las pautas de la dirección compuso una única melodía que se repite en una gran parte del film.

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