LOS ORÍGENES DEL CABALLO

Para iniciar nuestro estudio sobre el caballo habremos de trasladarnos al origen, es decir a la prehistoria, en ella encontraremos los primeros parientes de nuestro protagonista. en la era cenozoica, cuyo significado es de la vida reciente.

Pero antes de continuar voy a intentar situar al lector en los periodos prehistóricos, ello le ayudará a entender mejor la evolución del caballo.

La Prehistoria se divide en cuatro grandes periodos:

- Paleolítico (aprox. 3.000.000. B.P. / 10.000 a.C.)

- Paleolítico Inferior.- de los orígenes al 50.000 a.C.

- Paleolítico Medio.- del 50.000 al 30.000 a.C.

- Paleolítico Superior.- del 30.000 al 10.000 a.C.

- Mesolítico.- entre el 10.000 y el 8.000 a.C.

- Neolítico.- entre el 8.000 y el 3.000 a.C.

- Edad de los Metales.- del 3.000 al comienzo de la Historia. En algunas zonas, el periodo de los Metales e Historia llegan al mismo tiempo.

Las primeras manifestaciones artísticas conocidas corresponden al Paleolítico Superior, que a su vez se subdivide en:

-Auriñaciense (30.000-20.000 a.C.)

- Solutrense (25.000-15.000 a.C.)

- Magdaleniense (15.000-10.000 a.C.)

El cenozoico fue una era que consta de siete periodos: los cinco primeros son el paleoceno, el eoceno, el oligoceno, el mioceno y el plioceno; los dos últimos llegan hasta la actualidad.

El periodo cenozoico se caracteriza por la gran evolución que sufren los mamíferos y las aves, gracias al vacío que dejan los reptiles por los cambios climatológicos. Durante este periodo, al principio, los animales con pezuña eran los más numerosos, vivían en grandes manadas. Entre ellos se encontraban los ungulados, que se dividían en dos grupos: los que tenían un par de dedos y aquellos que lo tenían impar. Una muestra del primer grupo son los cerdos, los bueyes o las ovejas; del segundo grupo el ejemplo más conocido es el caballo. Durante el cenozoico, también evolucionaron los cánidos y los félidos, que dieron origen a los perros y a los gatos.

Los caballos surgieron a finales del paleozoico y principios del eoceno (hace aproximadamente unos 54 millones de años), bajo la forma del hyracotherium. Este mamífero se alimentaba de hojas que hallaba en los bosques en que habitaba, tenía cuatro dedos en las patas delanteras y tres en las traseras, protegidos por pezuñas, el dedo central era de mayor longitud. Su dimensión era minúscula, aproximadamente del tamaño de un zorro, disponiendo de una cabeza pequeña, molares de corona baja, cuello corto, espalda curvada, las patas finas y delgadas y la cola larga. El hyracotherium evolucionó al mesohippus, al merychippus y eohippus, caracterizado por tener un solo dedo. También durante el eoceno surgieron los primeros primates con ambos ojos al frente, antecesores del hombre.

El mesohippus, tenía unas patas muchos más largas que su predecesor, en cambio, carecía de uno de los dedos. La cabeza del mesohippus era de mayores dimensiones que la de hyracotherium, sus ojos eran de formas redondeadas y dispuestos a los lados de la cabeza. La dentadura de este animal era muy similar al del caballo actual, al igual que su cavidad cerebral. Los fósiles encontrados del mesohippus han sido hallados en Norteamérica.

El merychippus es otro género extinto de perisodáctilo que habitó la Tierra entre los 17 a 11 millones de años a.J.C., concretamente en el mioceno. Su altura era de 1,20 metros y vivía en manadas, disponiendo de tres dedos en cada pata. En su morfología destacaba la largura de su hocico, la profundidad de su mandíbula y el tamaño de sus ojos, mayores que la de cualquier caballo actual. El cerebro de esta especie fue mayor que el de sus ancestros, haciéndolo más inteligente y ágil. En algunas especies de merychippus los dedos laterales eran de mayor dimensión, mientras que en otras eran más pequeños y solo tenían contacto con el suelo a la carrera.

La dentadura del merychippus era similar a la de los parahippuss, con la cresta permanente y en el resto de la mandíbula se comienzan a formar un conjunto de series de crestas altas con mayores coronas.

Del merychippus se originaron aproximadamente 19 especies diferentes de grazers, que agruparemos en 3 grupos:

Primer Grupo: los hipariones, grazars de 3 dedos que se dividen en 4 géneros y 16 especies.

Segundo Grupo: está formado por los prohippines que incluyen a los protohippus y a los calippus, eran caballos pequeños.

Tercer Grupo: constituido por una línea de “equinos verdaderos”, que se caracterizaban por tener los dedos laterales más pequeños que las de los otros proto-caballos.

Estos géneros que hemos mencionado abarcaron, en los diferentes periodos, otra serie de variedades dentro de la evolución. Así tenemos el anteriormente mencionado parahippus, que fue el descendiente del miohippus, el cual vivió hace 23 a 17 millones de años, a principio del Mioceno (era Cenozoica). Etapa en  la que la tierra sufrió importantes cambios, reduciéndose la zona de bosques e incrementándose las praderas. Circunstancia que influyó en el parahippus, agrandándosele la longitud de sus patas y proporcionándole mayor masa muscular, lo que le facilitaría la carrera en campo abierto. Aún seguía teniendo tres dedos en cada una de las patas, pero los laterales habían reducido su tamaño, por lo que caminaba apoyando el dedo central, hecho que le proporcionaba mayor velocidad en carrera, al soportar menor contacto con  el suelo.

El parahippus, poseía una cabeza menos larga que sus ancestros, con una conformación en su dentición que le facilitaba la alimentación de los pastos en las estepas norteamericanas. Su alzada rondaba el metro, pesando unos 140 kgs.

Con anterioridad, también poblaría las praderas y bosques norteamericanos el miohippus, un équido de reducido tamaño que vivió entre los 32 y 25 millones de años. Los fósiles hallados se corresponden con ejemplares de un peso entre 40 y 55 kgs., poseyendo una cresta adicional en sus molares superiores, que le facilitaría masticar hierba con total facilidad.

Todas estas teorías de la evolución del caballo están siendo cuestionadas en la actualidad, emplazándolo entre los paleotheres, un género extinto procedente del perissdactyl ungulado, especie de tapir. Estos animales habitaron los bosques tropicales que cubrían Europa hace unos 45 millones de años, durante mediados del eoceno. La especie de mayor dimensión que se conoce fue el palaeotherium magnum, que vivió en tierras francesas, llegando a ser tan grande como un caballo.

Al final del plioceno, hace menos de dos millones de años, la forma del caballo se estabiliza en el pliohippus, que habitaba el norte de América, tal y como lo atestiguan los fósiles encontrados. Éste poseía un dedo único y eran del tamaño de un cordero.

También surge el orohippus agilis, disponiendo de una dentadura perfectamente adaptada para comer hojas, aunque sus premolares eran de mayor tamaño. El tamaño era de unos 40 cm a la cruz.

El anchitheriinae es el primer ejemplar datado en Europa. Su pie conservaba tres dedos y su cuello era más largo que el de los caballos actuales. La especie evolucionó y se hizo de mayores dimensiones, adaptando sus formas para la carrera.

El dinohippus y el pliohippus fueron las primeras especies que tuvieron los cascos formados, sus dedos laterales habían desaparecido, vivieron hace dos a cinco millones de  años. Durante la época glacial fueron desapareciendo progresivamente del continente americano, hasta la total extinción hace unos ocho mil años.

Los ejemplares que lograron sobrevivir se extendieron por Asia hasta Europa y África, siendo los antecesores directos del actual Equus caballus. Su evolución se centra en cuatro tipos de familias, de las cuales las razas actuales:

-El caballo del bosque: de formas sólidas, con cabeza y cascos grandes; posiblemente diera origen a los caballos de sangre fría y a las razas de tiro.

-El caballo de la meseta: su estructura es fina, descendiendo de los caballos mongoles.

-El caballo  de la meseta: era un caballo ligero, originando las razas orientales, como el árabe y el barbo, siendo los antecesores del pura sangre.

-El caballo de la tundra: era un équido de formas grandes y pesadas, como el yukat, provenientes de las regiones polares. No tuvo descendientes.

Hay evidencias de que los caballos fueron domesticados hace unos cinco o seis mil años por  tribus nómadas que viajaban por las regiones de los mares Caspio y Negro. En la clasificación de los caballos posglaciares del Viejo Mundo no se habla de especies sino de tipos:

-El pony celta de Ewart era conocido por pony atlántico, las razas actuales que más se le parecen son la Exmoor y algunas subrazas islandesa.

-El caballo escandinavo de Ewart vivió en el norte de Eurasia. Las razas modernas que más se le asemejan son el pony de los fiordos noruegos, los ponys de las Tierras Altas y el caballo de tiro pesado Noriker.

-El caballo de Asia Central se asemeja al caballo portugués Soraya, de color arcilla, y con una estructura más estilizada, el Akhal-Teke de Asia Central y el Karabakh, ambos castaños-dorados. Éstos son los antecesores de las razas niseana y bactriana, que conformaron en un 60%, mediante los caballos turcos, bactrianos y andaluces, a la creación del pura sangre inglés.

-De las razas que habitaron el oeste de Asia, la raza moderna más parecida es la del pony caspiano, antecesor del árabe y un conjunto de razas similares que se hallaban en Persia. Éstos han generado una multitud de razas domésticas de bellísima estampa.