Porte:
La altura del caballo se mide hasta la cruz, lugar en donde se hallan las escápulas, punto donde se une el cuello con la espalda. Se elige este punto por ser una altura estable que no puede subir o bajar como la cabeza o el cuello.
El tamaño de los caballos varía entre las diversas razas existentes. Según su porte, las razas del caballo se dividen en tres grupos:
-Pesados o de tiro.
-Ligeros o de silla.
-Ponis y razas de miniatura.
La altura de los caballos ligeros suele oscilar entre los 142 y 163 cm y su peso oscila entre los 380 y 550 kilogramos. Los caballos de silla de mayores dimensiones tienen una altura a partir de 157 cm. Llegando hasta los 173 cm, pesando alrededor de 500 a 600 kg. Las razas pesadas alcanzan la altura de entre 163 cm a 183 cm y pueden pesar entre 700 y 1000 kg. El ejemplar más alto de la historia alcanzó los 220 cm, llegando a pesar 1500 kg, se llamaba Mammoth. En cambio, el más pequeño es una yegua llamada Thumbelina que mide 43 cm de alto y pesa 27 kg, está afectada e enanismo.
Ponis:
Son un conjunto de razas de caballos de pequeño porte, variando su baremo de altura según el lugar donde se encuentren. El tope que se establece en cuanto altura es que no supere los 147 cm.
Los ponis poseen un pelaje más denso en crines, colas y cuerpo, además tienen las patas más cortas, el cuerpo es más robusto que el del caballo, los huesos son más pesado, los cuellos más cortos y las cabezas cortas y con amplia frente. Suelen ser de temperamento tranquilo.
Estructura ósea:
La evolución del caballo ha hecho que sufra unas modificaciones óseas importantes tales como el aumento de su tamaño y la reducción de los dedos de las patas a uno denominado casco. En las extremidades delanteras el cúbito y el radio se han fusionado erigiendo un único hueso, al igual que le sucedió con la tibia y el peroné lo que impide que pueda girar lateralmente las manos y los pies.
Los huesos de la cabeza son largos, teniendo los de la cara el doble de longitud que los del cráneo. La mandíbula es muy larga, disponiendo de una superficie ancha y aplanada en la parte inferior de la zona posterior. La situación de las órbitas que contienen los ojos, proporciona una mayor área de visión hacia fuera que sirve para detectar el peligro.
La columna vertebral cuenta con 51 vértebras que sujetan un esqueleto compuesto por 210 huesos que dan soporte a los músculos y protección a los órganos internos y proporcionan la movilidad adecuada para que el animall se mueva.
Los huesos que conforman todo el conjunto de ensambladuras se capsulan con los cartílagos. Las articulaciones terminan en unas envolturas que producen la sinovia, cuya finalidad es la de lubricar las superficies comunes. El modo en el cual la articulación se mueve es controlado por la superficie común y la posición de los ligamentos. Los miembros anteriores se unen a la columna a través de fuertes músculos, tendones y ligamentos que sujetan las escápulas.
Cascos
El casco es pieza fundamental en la conformación de la estructura de las patas de los équidos, su interior está recubierto de cartílago y tejidos blandos ricos en sangre como el tejido laminar. El exterior del casco está formado por un tejido córneo parecido al de las uñas de los humanos, que crece continuamente y que en estado natural se desgasta solo.
Dientes
Los caballos a lo largo del tiempo han adaptado su dentadura para poder pastar la hierba, de este modo poseen 36 dientes, 12 incisivos y 24 molares. Los incisivos son dientes adaptados para morder y arrancar la hierba y demás vegetación, se encuentran en la parte frontal de la boca. Los machos adultos poseen cuatro dientes adicionales, exactamente tras los incisivos, llamados “colmillos”. Algunos caballos, desarrollan de uno a cuatro dientes vestigiales delante de los molares, que suelen ser extraídos para facilitar la colocación del bocado.
Los dientes de los caballos crecen continuamente a lo largo de la vida del animal para que puedan pastar adecuadamente. Los incisivos poseen diferentes patrones de desgastes según la edad que tenga el caballo, circunstancia que facilita a un experto saber la edad del animal.
Aparato digestivo
El caballo es un herbívoro monogástricos con gran capacidad para digerir y aprovechar granades cantidades de fibra bruta.
Los alimentos consumidos por los caballos son retenidos en el tracto digestivo durante 36 horas aproximadamente. El tiempo en llevar a cabo el tránsito depende de la estructura del alimento, de su composición química y de la cantidad consumida. De esta forma, los forrajes largos y celulósicos permanecerán mayor tiempo y los alimentos granulados menor.
El aparato digestivo de los caballos formado por diferentes pares:
-La boca: permite la cogida de los alimentos a través de los labios, principalmente del superior, muy fuerte, móvil y sensible, y de los dientes incisivos. Posteriormente el animal realizará una masticación lenta, que llegará a durar 50 minutos con 3.500 movimientos laterales y verticales de las mandíbulas, obteniendo partículas de 1,5 mm y produciendo alrededor de 10 a 12 litros de saliva al día.
-La faringe: es un órgano por el que circulan los alimentos, tras haber sido masticados y mezclados debidamente con la saliva, proceso que se denomina deglución. La faringe es un órgano muy importante en la vida del caballo, pues permite el paso del aire a las fosas nasales, ya que éste no respira por la boca, haciéndolo únicamente por la nariz. El paladar se halla al fondo de la cavidad bucal, actuando a modo de barrera e impidiendo el retorno de los alimentos.
-El esófago: órgano alargado dotado de movimientos denominados peristálticos, que fuerzan a los alimentos a pasar de la faringe al estómago.
-El estómago y la digestión gástrica: el estómago del caballo es de un tamaño reducido, de 15 a 18 litros, y habitualmente solo llena los 2/3 de su capacidad. Esto justifica la necesidad de fraccionar el alimento en diversas tomas. La masa consumida puede llegar a los 70 litros que se deben sumar a los 30 litros de secreciones gástricas, motivo por el que estómago ha de vaciarse entre 6 y 8 veces diarias. La digestión enzimática del estómago debido a los principios activos del jugo gástrico rebaja el ph del contenido estomacal hasta 5,4 en la región fúndica y hasta 2,6 en la región pilórica. Si la estancia en el estómago lo permite, estas condiciones son capaces de comenzar la hidrólisis de proteínas animales y vegetales. En el plano fermentativo, la rapidez de tránsito junto al bajo ph, limitan el ataque microbiano a una pequeña degradación de los glúcidos fácilmente fermentables, almidones y azúcares solubles dando ácidos grasos volátiles así como ácido láctico. Interesa, por lo tanto, incrementar la digestión gástrica de los concentrados. Los alimentos celulósicos no serán atacados por la microflora fermentativa más que a nivel del intestino grueso. Por ello conviene distribuir los piensos y concentrados primero en la ración, seguidos por los forrajes.
-El intestino delgado y su digestión: la longitud del intestino delgado es de 16 a 24 metros con una capacidad de 60 litros. En este lugar se absorben los nutrientes mediante las vellosidades intestinales para llevarlas al torrente circulatorio. La digestión es cosa de unas pocas horas, su carácter es enzimático, no afectando a la celulosa y sí a los alimentos concentrados, a los azúcares, la lactosa y el almidón, junto con las materias grasas y nitrogenadas. Se digieren gracias a las enzimas, que proporcionan elementos nutritivos energéticos. Los macroelementos y los oligoelementos se absorben en el intestino delgado, excepto el fósforo.
-El intestino grueso y su digestión: es la parte de mayor dimensión, de 180ª 220 litros repartidos entre el ciego, colon y recto.
La digestión de este intestino dura unas 24 horas, digiriéndose los constituyentes sobrantes de intestino delgado, mediante una fermentación llevada a cabo por la población microbiana.
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